¿SALUDABLE O NO? ¿SALUDABLE O NO? ASÍ COME EL MEXICANO

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De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para el bienestar físico.

Este mismo organismo señala que a nivel mundial, en 2014 había más de mil 900 millones de adultos de 18 o más años, que tenían sobrepeso y de ese total más de 600 millones eran obesos; esto representaba que cerca de 13 por ciento de la población adulta mundial –11 por ciento hombres y 15 por ciento mujeres– era obesa, mientras que en el caso del sobrepeso, afectaba a 39 por ciento de los adultos de ese mismo rango de edad, equivalentes a 38 por ciento de varones y 40 por ciento del sexo femenino.

Lo alarmante del caso es que según la OMS, entre 1980 y 2014, la prevalencia a nivel mundial de la obesidad, se ha más que duplicado y en nuestro país, según el Instituto Mexicano para la Competitividad, 73 por ciento de los adultos y 35 por ciento de los niños y adolescentes tienen sobrepeso y obesidad.

De hecho en nuestro territorio, estos padecimientos son el principal factor de riesgo de discapacidad y muerte.

Es entonces cuando surgen muchas preguntas como si en verdad se están manejando políticas funcionales en cuestión de salud y sobre todo en cuestión de regulaciones en alimentos con alto contenido calórico; porque parce que están muy lejos de nosotros ciertas acciones como la realizada por Estados Unidos que para 2018 prohibirá los productos con aceites parcialmente hidrogenados, o la Unión Europea que por el aumento de obesidad  y enfermedades cardiovasculares, establecerá índices máximos de grasas trans en los productos industrializados, pero ¿En México qué se hace? ¿Son los ciudadanos conscientes de esta situación?

Mediciones y acciones

Para responder la primera pregunta, podemos referir que en este sexenio, se planteó y puso en marcha la Estrategia Nacional para Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, que de acuerdo con el gobierno  se realizó como un esfuerzo “para combatir dos de los principales desafíos a la salud de los mexicanos, el sobrepeso que afecta a siete de cada 10 adultos y a tres de cada 10 niños, así como la diabetes que aqueja al 9.2 por ciento de la población.”

Según se ha explicado, esta Estrategia se divide en tres pilares que principian con el tema de Salud Pública, mediante la “promoción de estilos de vida saludables; amplias campañas de educación; monitoreo permanente de las enfermedades no transmisibles; así como implementación de acciones preventivas”; esto en trabajo conjunto con instancias como la Secretaría de Educación Pública, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, la CONADE y por supuesto la Secretaría de Salud; lo que nos lleva al segundo punto,  que es  la Atención Médica Oportuna.

Finalmente, el tercer tópico es la Regulación Sanitaria y Política Fiscal en favor de la Salud; punto que abarca un tema que cuando se implementó,  impactó a los abarroteros de manera importante, pues en esto se basó el gravamen de las bebidas azucaradas y alimentos no básicos con alta densidad calórica.

Además de eso en su momento se anunció un sello de “calidad nutricional”, para que los productores “que así lo soliciten y cumplan con los altos estándares nutricionales. Éste será un incentivo adicional, para que la industria reformule sus productos o genere muchas más opciones saludables”.

Ahora bien, podemos deducir que este deber del gobierno de implementar acciones para combatir estos padecimientos, debe de tomar nuevos rumbos para tener un impacto real en las cifras que en verdad son alarmantes.

¿Qué es saludable?

Para contestar la segunda pregunta de si los ciudadanos son conscientes de esta situación, existe un estudio hecho por Kantar Worldpanel, realizado para descifrar la percepción de los mexicanos sobre la mala alimentación y su relación con la obesidad y el sobre peso; el cual arrojó que 71 por ciento de los connacionales están preocupados por el sobrepeso y 31 por ciento se angustian por ello pero no hacen nada para enfrentar esas afecciones.

Y aunque hay una fuerte diferencia entre lo que creemos que es saludable y lo que no; sin entrar en debate de la realidad de los productos industrializados o los alimentos en general, Kantar Worldpanel  dio a conocer qué insumos son considerados por la población mexicana como nutritivos.

En la encuesta, se determinó que el producto que para los ciudadanos de nuestro país es más sano, es el  yogurt y eso lo piensa 68 por ciento de la población; en segundo sitio están las gelatinas, pues 42 por ciento dice que son buenas para la salud.

Otros alimentos que se piensa que son nutritivos, son los embutidos, como rollitos de jamón, pues 29 por ciento lo considera; el 23 por ciento cree que el queso es un buen lunch.

Asimismo, según la firma “28 por ciento de los mexicanos incluiría comidas con harina en un lunch saludable, por ejemplo: Tortas y Sandwiches –18 por ciento–, galletas –8 por ciento– y pan dulce –2 por ciento–“.

Asimismo el 12 por ciento de los participantes, no consideró ninguna de estas opciones como saludables y sobre el tema en general, Fabián Ghirardelly, Country Manager de Kantar Worldpanel, dijo que “las cifras de obesidad en México son alarmantes, cambiar nuestros hábitos de consumo es beneficioso para la salud de los mexicanos, para el país y pude abrir nuevos mercados o segmentos de consumo”.

En la tienda

Es verdad que los productos más consumidos de las tiendas de abarrotes, tienen alto contenido calórico y que los dependientes no podrían dejar de venderlos, pero también es bueno pensar en ofrecer algunas opciones o dar oportunidad a los proveedores que manejan otro tipo de insumos enfocados  lo saludable.

Eso vendría bien en primera, para diversificar nuestra oferta, en segunda porque damos oportunidad a emprendedores o productores con nuevas propuestas y tercera, abarcamos al nicho de clientes que buscan comer más saludable.

Así, podríamos poner un granito de arena al combate de enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes y otros padecimientos degenerativos, incluso como el cáncer que también aqueja a la población mexicana.